Un ecosistema único en el mundo.
Preciada herencia de nuestra milenaria civilización, la cultura del jamón ibérico permanece intacta, transmitida de generación en generación, en los más recónditos parajes de la dehesa. La historia y las costumbres ancestrales han cimentado los pilares de la extraordinaria calidad de nuestro jamón, convirtiéndolo en una joya gastronómica.
En la familia Montaraz, somos guardianes desde 1890 y durante cinco generaciones de un proceso inigualable y 100% natural, libre de aditivos y conservantes, que gracias a la elaboración solamente con sal marina y una lenta y controlada curación en nuestros secaderos naturales, nos ofrece un jamón excepcional, con un intenso aroma y un sabor inigualable en el mundo.


- 1890
- 1925
- 1982
- 1986
- 1990
- 1991
- 2004
- 2007
- 2014
- 2019
- 2022
José Manuel Martín inicia en Frades de la Sierra la producción artesanal de jamones y embutidos ibéricos para consumo propio.
Los hermanos Teodoro y Ramón Martín Crego (hijos de José Manuel Martín) fundan en Villar de Gallimazo el primer matadero y fábrica de embutidos ibéricos.
Ramón Martín Sánchez (hijo de Ramón Martín Crego) toma las riendas del negocio familiar y funda la empresa Jamones y Embutidos JAEM S.A. Crea la marca Montaraz.
Ramón Martín Sánchez, tiene una visión pionera y traslada el matadero y la fábrica a una finca rural de 100 hectáreas en el paraje Entrecaños, dando un impulso medioambiental con el fin de evitar problemas de contaminación en zonas urbanas (donde era tendencia ubicar las fábricas hasta ese momento) y garantizar la expansión de futuras instalaciones.
Se inicia el relevo generacional. Ramón Martín Sánchez (hijo) se incorpora a la empresa después de cursar Empresariales y con la ilusión de dar continuidad a la estirpe familiar.
Un año después, gracias un trabajo constante, innovación y visión de futuro logra un gran éxito, ser la primera empresa de ibéricos homologada para exportar a Europa.
Se incorpora el hermano menor Jaime Martín Sánchez después de desarrollar la carrera como Ingeniero de Caminos con el objetivo de reforzar la tradición de la saga familiar.
Se estrechan aún más los vínculos con Extremadura (Edita Sánchez Lencero, madre de los hermanos Martín es Extremeña) y se funda Señorío de Olivenza, una fábrica ubicada en la dehesa extremeña, el privilegiado hogar del cerdo ibérico.
Después de 7 años de duro trabajo Montaraz consigue la homologación para exportar a Estados Unidos, un hito que la sitúa como un referente en términos de calidad, sanitarios, capacidad técnica y productiva en el sector.
José Manuel Martín inicia en Frades de la Sierra la producción artesanal de jamones y embutidos ibéricos para consumo propio.
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